Asociación Centro Occidental
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Estamos cerca del fin
El ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juro’ por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más. sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando el comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas. Apocalipsis 10:5-7.
Dios ha soportado durante mucho tiempo la degradación que el pecado produce en el hombre, y todo el dolor y la miseria que ha causado. Pero según esta profecía que estamos considerando hoy, hay un tiempo oportuno para que Dios diga “Basta”. Cuando las grandes cuestiones relativas al bien y al mal, a la obediencia y la rebelión, a la desconfianza en Dios o la fe en él hayan sido demostradas a las claras delante del universo, y cuando todas las personas hayan tenido la oportunidad de arrepentirse y ser salvas, ese es el momento oportuno en que la humanidad está suficientemente madura para que Dios haga una cosecha y cada uno recoja el fruto que ha sembrado.
Ese tiempo, según estoy convencido, está ya prácticamente consumado. La mayor parte de las profecías que preceden a la segunda venida de Cristo se han cumplido. Las condiciones ecológicas y armamentísticas de nuestro planeta y nuestra civilización nos ponen en tal estado de riesgo que se impone que Dios intervenga antes de que nos destruyamos a nosotros mismos. El grado de maldad, inmoralidad, perversión y violencia es tal entre los hombres que hemos llegado al punto más bajo de la degradación humana, comparable según Jesús y los apóstoles, a los tiempos de Noé y el diluvio, así como de Sodoma y Gomorra. El tiempo ciertamente, “no da para más”.
Alégrate hoy, entonces, si eres amante del bien y anhelas ponerle de parte de Dios en este gran conflicto cósmico, porque ya falta poco para que se acabe todo lo que te produce dolor y sufrimiento, ya sea físico, moral o espiritual. Dios intervendrá, y pronto estaremos en ese mundo mejor por el que debes estar suspirando.
Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2015
“El Tesoro Escondido”
Por: Pablo Claverie
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